En estos tiempos, se ha observado como las instituciones del estado, producto de la centralización, no cuentan plenamente con material de oficina para llevar a cabo el buen funcionamiento de cada una de sus dependencias. Esto, debido a la escasez de uno de los más importantes rubros como lo es el papel, si, el papel, tamaño carta o tamaño oficio, ambos están escasos y si se consiguen, es en un alto costo. No quisiera ahondar en el porqué de este fenómeno, sin embargo también hemos visto como de un tiempo para acá, se ha implementado la cultura del reciclaje, esto aunado a los elevados costo de los cartuchos y el tóner para las impresoras.
De manera tal, que todo esto se ha
convertido en un mayúsculo problema, aunque sutilmente llevado por directores y
trabajadores administrativos, ya que a pesar de que solicitan el requerimiento
de dicho material, sus esperanzas son menguadas, al no recibir la cuota mensual
de los mismos. Todo esto se ha venido agravando y, a pesar de esto, las Instituciones no se detienen, se hace
milagro, el trabajo, al final de cada jornada es recompensado con
un ¡lo hicimos hoy de nuevo!.
Respuestas recientes en cuento a lo
que se acaba de describir, develan que frente a lo que ocurre, el gobierno
venezolano, ha activado el proceso de transformación del uso del papel, el cual
lleva por nombre: Plan papel Cero¨,
dícese que esto, es producto de la guerra económica que atraviesa hoy por hoy
nuestro país. Para los que aún no lo saben, este plan persigue lograr la
eficiencia en el uso del papel, así como agilizar algunos trámites, haciendo
uso de las herramientas de información y comunicación.
De mi parte, y sé que para muchos,
es bienvenido dicho proyecto, aunque la realidad tecnológica en nuestras
instituciones sea otra. En realidad, vivimos en un letargo tecnológico ignorado
por pocos y criticado muchos.
En vista de todo esto, sería
injusto no reconocer, que el Estado venezolano ha hecho grandes esfuerzos para
llevar la tecnología digital a las Instituciones públicas, sin embargo, existen
muchas fallas, no hay comunicación tecnológica de una oficina a la otra,
igualmente existe incertidumbre en cuanto a la eliminación del papel, nos
imaginamos que será instaurado un sistema que coadyuve todas las necesidades
requeridas oportunamente por los trabajadores a la hora de algún requerimiento
o de dar alguna información, dentro y fuera de la institución.
Lo que sí puedo decir con verdadero
convencimiento es que, la tecnología no
descansa, he allí la autopista de la información, solo haría falta abordar el
vehículo correspondiente a la ocasión, solo esto, nos garantizaría un viaje
totalmente placentero, ya que, tocaría las fibras de nuestros conocimiento
Autor:
Msc Rodolfo Villalobos
Abril 2016
